La gestión de la obsolescencia tiene en cuenta la vida útil de todos los componentes utilizados en su aplicación, con una estrategia de sustitución de las piezas obsoletas a medida que envejecen, sin esperar a que causen un problema.
Todos nuestros clientes se ven afectados por esta preocupación, que puede dar lugar a problemas de calidad (si las existencias obsoletas se adquieren -mal- en el mercado libre), a la incapacidad de gestionar las existencias, e incluso a incumplimientos de contrato y a la quiebra.
Por ello, es esencial trabajar con varias fuentes, siempre que sea posible, para evitar sorpresas desagradables, retrasos inesperados, aumentos de precios y los efectos de pánico que a veces generan los anuncios de paros de producción.
Los retos a los que hay que hacer frente son:
La compatibilidad del componente destinado a sustituir al antiguo.El precio y los plazos de entrega.La garantía de una calidad constante.La disponibilidad a largo plazo.
Nuestro equipo tiene la experiencia necesaria para sugerir equivalentes directos y funcionales para que nuestros clientes puedan reemplazar componentes obsoletos y costosos sin cambiar su diseño, sin dejar de ser competitivos en el mercado.
Con la información que nos envíe (ficha técnica, proyecto, aplicación, etc.), podemos proponerle soluciones de sustitución, proporcionarle muestras para validarlas y, a continuación, entregarle las cantidades que necesite según las tarifas solicitadas.